La tempura es uno de los platos más representativos de la gastronomía japonesa. Consiste en un rebozado crujiente que se realiza con unos ingredientes básicos, como un huevo mezclado y bien batido con un par de cucharadas de harina y la misma medida de agua bien fría. Con la ayuda de unas varillas, bate bien hasta que no veas grumitos.
Corta unas verduras en juliana, pueden ser calabacines, así como zanahorias y cebolla. La berenjena también será otra buena opción, si la cortas de manera fina. Hay personas que también incluyen calamares así como gambas, mostrando una de las mejores opciones para las comidas y los aperitivos más especiales.
Una vez tengas esta mezcla de huevo-harina y agua, baña los ingredientes en ella por todos los lados y fríe en abundante aceite de oliva o de semillas, hasta que el rebozado esté crujiente. Pon el resultado sobre papel absorbente, deja que escurra el aceite sobrante, retira y sirve.